¡Hemos vuelto del desafío amigos! Ayer noche llegamos a casa, bastante molidos tras catorce horas en la carretera, la mayoría de ellas conduciendo bajo una intensa lluvia y un fuerte viento. Quedan atrás cinco días de estancia en Gruissan, con el objetivo de participar en la regata de las regatas, la competición más multitudinaria del mundo del windsurf, la DéfiWind, en su edición 2012.
La mala suerte se ha cebado con la organización del evento éste año, pues la Tramontana, el viento necesario para el Défi, sopló los días previos a la competición, amainando el miércoles noche (la regata fue de jueves a domingo), y volviendo a aparecer tímidamente el domingo, aunque todavía sin la fuerza necesaria . De jueves a domingo tuvimos vientos de componente suroeste, onshore por tanto en Gruissan, con poca fuerza (rara vez pasaron de 20 nudos), que provocaron un fuerte oleaje en las playas de la zona y que sólo permitieron a la organización lanzar una corta "fun race", no oficial, el viernes al mediodía.
Manolo y un servidor tomamos la salida en la fun-race. La regata consistía en solo dos bordos, uno de ida y otro de vuelta, con salida desde la playa. A 13h comenzó la cuenta atrás, la salida sería a 14h. Tenía montadas las SSS Sirocco 5.7 y Alizé 7.6. La cosa era aparentemente sencilla, hasta que nos damos cuenta que la zona de salida estaba aproximadamente a 2km de donde estábamos nosotros, en la cabecera de playa. Toca carrera extenuante por la playa, cargando con el material, hacia la zona de salida. Decido llevarme la 5.7, pues la 7.6 montada con su palo de 490 sería demasiada carga para recorrer contrareloj esos 2 kms. Llegamos allí con el tiempo muy justo. La primera línea de salida estaba totalmente ocupada, a no ser que siguieses caminando hacia el norte y ya no había tiempo. Además teóricamente la mejor zona para salir era la parte sur, por donde saldría el quad que hacía de liebre por la orilla dando la salida: saliendo por esa zona nos encontraríamos poca gente a sotavento intentando salir, en definitiva menos atasco. Nos colocamos en una segunda línea, en la zona del medio, justo detrás de Pablo Ania, y nos deseamos suerte. El quad pasa por delante de nosotros marcando la salida, y comienza el caos... los más rápidos y mejor colocados consiguen ganar unos metros contra las olas y encontrar un hueco a sotavento para acelerar y comenzar el planeo, necesario para ceñir y salir del infierno de la orilla. Otros nos quedamos intentando un beachstart tras otro, chocando con el de al lado... Finalmente consigo subirme a la tabla y arrancar al planeo. Busco una línea libre entre el enjambre de defieurs para acelerar. Me encuentro una melée de tres por la proa y orzo un poco para esquivarla, con lo que me lanzo contra una ola que viene por babor a punto de romper. Al caer, escucho un crack y súbitamente la vela se dobla, perdiendo la forma: ¡¡el palo acaba de partirse justo por debajo de la botavara!! es imposible continuar. ¡¡*XD*jdr*mcntooo**!! De repente se ha ido todo al traste. Abatido, y cabreado, nado arrastrado por el material hasta la orilla y saco el equipo del agua. Al menos la funda del grátil y los paños de la Sirocco están bien, la vela ha aguantado perfectamente las espumas. Levanto la vista buscando a Manolo. El pobre sigue intentando salir, sin conseguirlo, machacado por las olas y el enjambre de competidores. Le ayudo a salir del agua y contemplamos el panorama dantesco de más de dos centenares de defieurs enpantanados en la orilla. De los 850 inscritos, ¿cuántos habremos tomado la salida? No creo que más de 300. Viendo el caos en la playa de Omaha -perdón Les Chalets-, y los defieurs que han conseguido salir y se alejan hacia la boya, creo que no más de 50 ó 60 completarían el recorrido.
Ya no hubo más regata. El sábado el viento aflojó excepto una subida bien entrada la tarde, que Manolo y yo aprovechamos para navegar en la laguna de Le Mateille, junto a Pablo Ania y otros españoles. A última hora el viento arreció y pudimos disfrutar de potencia en nuestras siete y medios. La Alizé 7.6 se comportó fenomenal aguantando bien las rachas. Gracias a la GoPro que me dejó Tomi, conseguí grabar unas tomas de ésta navegación, que incluiré en el video.
Han pasado ya tres días desde la fun-race y el cabreo ha quedado atrás. Al fin y al cabo en el objetivo en ella era disfrutar un poco y divertirse, dado su carácter no oficial. Llega el momento de hacer un balance de ésta Défi, y llegados a éste punto...no quiero perder la sonrisa. Es verdad que no ha sido el Défi que nosotros esperabamos. La Tramontana ha fallado y ha desdibujado totalmente la parte que a mí más me motiva personalmente: la carrera en sí. Y el tiempo desapacible y lluvioso de los dos últimos días deslució mucho todo. Aún así, el ambiente en el evento era impresionante. Los participantes, abarcaban desde juniors de quince años a verdaderos veteranos de 60 y 70 años, éstos últimos verdaderos valientes enfrentándose al desafío pertrechados con chaleco de flotación e incluso bengalas.
Quiero dar las GRACIAS desde aquí, en primer lugar a mi familia, por permitirme hacer realidad éste sueño. También a mis compañeros de Ferrolvento, que me han apoyado con sus ánimos y pertrechándome con todo lo que necesitaba para la regata. Y cómo no a SSS Sails y Kailua, por su ayuda y la confianza depositada en éste humilde windsurfista.
We are back from the Défiwind regatta. We have had very bad luck with the weather, wind was from SW, onshore, and didn't allow to launch any official race. There was only a fun race on friday, but sea conditions and a super crowded start caused havoc on most of the defieurs who took part. There was lots of broken sails and I think that only 1 out of each 6 survived and finished the race. I was not very lucky as my mast broke right after a jump, at least I still close to the shoreline. But the Défi is not only windsurf, and I have lots of good memories from the trip. The vibe was fantastic, we had a good sail at Le Mateille, we visited Narbonne, Lourdes, Carcasonne... And best of all: we have to comeback to Gruissan some day, to defy the tramontane!
Big thanks to my family, my friends at Ferrolvento Club and the SSS Sails an Kailua teams for their help and support to make this dream true.
Una Sirocco toma la salida. Foto cortesía DéfiWind. |
La salida. ¿Ves la Sirocco?. Foto cortesía Défiwind. |
Anders Bringdal ganó con su tabla Mistral |
Nuestro equipo listo en la playa |
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