Ya he salido bastantes veces con la limusín, pero me queda mucho por andar con ella todavía. Hoy el viento era suave, un nordeste fuerza 3-4, y por primera vez mis pies empiezan a colocarse instintivamente en el sitio bueno, donde estaban colocados los straps de ceñida (se los quité hace tiempo para tener la cubierta más despejada, pero la tabla ya me va pidiendo que los monte otra vez). Me siento cada vez más cómodo con la tabla en el canto, y es una sensación única deslizarse rápido ciñendo de ésta manera, colgado del arnés, trimando a cada segundo la vela, el ángulo de ceñida y el canteo de la tabla.
Diario de Navegación de un windsurfista ferrolano. A windsurfing diary from Ferrol.
Wednesday, June 2, 2010
A good trim
... is everything when you sail on a raceboard. Today the wind was light, between 6 and 12 knots. I trimmed the 8.5 quite full, pulled the daggerboard down 45 degrees, and started to feel that nice railing sensation. My feet found a sweet spot right where the upwind straps were, and the board sailed upwind feeling fast and free.
Ya he salido bastantes veces con la limusín, pero me queda mucho por andar con ella todavía. Hoy el viento era suave, un nordeste fuerza 3-4, y por primera vez mis pies empiezan a colocarse instintivamente en el sitio bueno, donde estaban colocados los straps de ceñida (se los quité hace tiempo para tener la cubierta más despejada, pero la tabla ya me va pidiendo que los monte otra vez). Me siento cada vez más cómodo con la tabla en el canto, y es una sensación única deslizarse rápido ciñendo de ésta manera, colgado del arnés, trimando a cada segundo la vela, el ángulo de ceñida y el canteo de la tabla.
Ya he salido bastantes veces con la limusín, pero me queda mucho por andar con ella todavía. Hoy el viento era suave, un nordeste fuerza 3-4, y por primera vez mis pies empiezan a colocarse instintivamente en el sitio bueno, donde estaban colocados los straps de ceñida (se los quité hace tiempo para tener la cubierta más despejada, pero la tabla ya me va pidiendo que los monte otra vez). Me siento cada vez más cómodo con la tabla en el canto, y es una sensación única deslizarse rápido ciñendo de ésta manera, colgado del arnés, trimando a cada segundo la vela, el ángulo de ceñida y el canteo de la tabla.
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