Una buena tarde de windsurf hoy en Esmelle, aunque con mala suerte para Tino, que partió el palo al poco rato de entrar al agua. Me quedó la ensenada todita para mí, una sesión muy relajante. El viento estaba suave, aunque suficiente para planear casi todo el rato con la 5.4m y el tablón F2 Newmove. Las olitas de medio metro escaso al principio, luego fueron bajando hasta desaparecer casi del todo. Conseguí pillar alguna y dar unos cuantos giros suaves con la tranquilidad de que un posible error no me saldría muy caro. Ya de vuelta en el terreno para desmontar conocí a Aitor, windsurfero y surfero vasco, enamorado de nuestras playas. ¡Gracias por las fotos! y que disfrutes mucho del viaje y la estancia.